La Solidaridad en entredicho

Cada día mil millones de personas pasan hambre, otros tantos viven en la pobreza o la extrema pobreza, no tienen acceso a los suministros básicos de luz, agua, saneamiento, sufren enfermedades que les puede suponer en muchas ocasiones la muerte, cuando en Europa estas enfermedades en muchos casos no supondrían una baja laboral de escasos días. En definitiva, como la parte más débil de este mundo sufren los descalabros de una sociedad en crisis, una crisis que a ellos les tiene que sonar a broma macabra, porque ellos siempre están en crisis, una situación que los países occidentales han ayudado a crear motivada por intereses comerciales, políticos, que junto con factores endógenos han provocado que muchas zonas del planeta sufran de forma acusada esta crisis de subsistencia.
Y es en este punto donde aparece la Cooperación Internacional para el desarrollo que pretende ser un elemento corrector de las injustas desigualdades que sufre la humanidad, La cooperación internacional en el estado Español mantiene una pluralidad que no encontramos en ningún otro país de la OCDE, una diversidad debida a la activa y positiva participación de las Entidades Locales y Autonómicas en la Cooperación Internacional. Hasta el momento actual la aportación de estas administraciones descentralizadas en la Ayuda al Desarrollo (AOD) ha llegado a ser el 20% del total destinado, una cantidad más que respetable. Pero no sólo han aportado recursos económicos han ayudado a consolidar un sector, han acercado la cooperación a la ciudadanía y consecuentemente este sector ha trasladado sus denuncias a la sociedad de forma más directa. La cooperación descentralizada española ha ayudado en los procesos de descentralización de otros países, ha apoyado la gestión mancomunada de servicios, etcétera.
Así pues, y dentro de la celebración del día internacional de lucha contra la pobreza, la pobreza en los países subdesarrollados, y especifico esta diferencia porque en una época de crisis como ésta, es fácil caer en la tentación demagógica que afirma que nuestros esfuerzos deben centrarse en la única e imperiosa necesidad de actuar sobre los problemas internos y apartar sine die la pobreza de otros lugares del planeta. Este es un debate perverso en el que finalmente parece existir la tentación de enfrentar pobres contra pobres. La cooperación internacional para el desarrollo es una acción solidaria necesaria en nuestra sociedad, con crisis o sin crisis vivimos en un mundo globalizado, que por muy manido que esté el concepto es una realidad de la que no nos podemos olvidar, y por lo tanto, ni podemos ni debemos, olvidarnos de los millones de personas que viven en la extrema pobreza en otras latitudes, como tampoco lo debemos hacer de aquellos que sufren cerca de nosotros, de hecho deben ser políticas complementarias, nunca excluyentes.
Pero si malicioso resulta este debate, asociar la Cooperación Internacional para el desarrollo con la Inmigración se podría recordar a algún concepto ideológico que rozaría los presupuestos ideológicos de algún régimen totalitario. La semana pasada y en vísperas del día internacional de lucha contra la pobreza, el Partido Popular, planteó que las políticas de Cooperación deben tener como objetivo frenar la inmigración, por lo tanto, el PP pretende ayudar únicamente a aquellos países de los que proceden la mayoría de la población extracomunitaria que vive en la Comunitat Valenciana (en ese saco no están británicos, franceses, noruegos rumanos, búlgaros, etcétera), por lo que pretende que no sea la pobreza, el hambre o la falta de recursos el leiv motiv de sus políticas sino el supuesto pernicioso de frenar ese mal infesto que es la inmigración.
Las ayudas en la Cooperación Internacional siempre y en todo caso deben de estar relacionadas con la situación de pobreza y desigualdad de los países receptores de la ayuda. Si aplicáramos la fórmula del PP Nicaragua, país centroamericano con los niveles de pobreza más altos de toda Latinoamérica dejaría de ser país prioritario para la cooperación valenciana toda vez que tenemos pocos inmigrantes nicaragüenses en nuestras tierras, de todas formas la huella de la Cooperación Valenciana en Nicaragua será indeleble, ya que parece que se quedó en la Avenida Ausias March de Valencia en forma de dos inmuebles supuestamente comprados con dinero de la cooperación internacional.
A su vez, y como derivada asombrosa de tamaña afirmación, pretender ordenar la política de extranjería desde una Comunidad Autónoma, esto sí que es competencia estatal, suena como poco a la absurda ensoñación de falsos sueños de grandeza.
En definitiva, y poniéndole nombre a las cosas, la cooperación internacional valenciana desde hace años anda en mal estado, pero desde mayo de 2010, está en la UVI, ya lo dije en su momento y cada día, a mi pesar, se ratifica que las políticas llevadas a cabo por la Generalitat Valenciana han llevado a la Cooperación a un pozo ciego del que no sé cómo vamos a salir. Porque la Generalitat se ha encargado de llevar al abismo a buena parte de las organizaciones valencianas sin ningún fin, salvo el estúpido sentido del interés de Partido Popular que se ha elevado a la enésima potencia en los últimos años.
Más de veinte años de trabajo, de recursos económicos y humanos, de generación de excelentes profesionales, de ayuda desinteresada (la solidaridad no es competencia exclusiva de ninguna administración), de creación de un entramado de organizaciones…, en fin, un sector que representa a toda la sociedad valenciana se puede ir al garete en un abrir y cerrar de ojos, porque al gobierno del PP poco le interesó la Cooperación Internacional, salvo en los últimos años para medrar y crear redes “extrañas” de ONG y aprovecharse de ello, algo que al fin y al cabo ha supuesto el principio de una crisis que más allá de generar posibilidades de crecimiento y transformación puede suponer su defunción como sector.
Por cierto, y a modo de epílogo, lo dije en su momento y se me tildó de mentiroso, han pasado casi dos años desde que se produjo el terremoto de Haití, y el dichoso Hospital, con 4 millones de € asignados en los presupuestos actuales, y que debía construir la Generalitat Valenciana, y que tantos desafortunados titulares de prensa generó sigue sin ser construido, ya les avanzo que ese hospital tiene muy pocas posibilidades de ser una realidad algún día.
Pero eso no es todo, el PP todavía no ha aclarado qué se ha gastado la Fundación Solidaria Hemisferio los 177.000 € de todos/as los/as valencianos/as que por arte y gracia del ex-Conseller Blasco le dio a dedo en septiembre de 2010.

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